Y LLEGO EL FINAL… levantarnos a la mañana, hacer el bolso por última vez, preparar la moto, desayunar y ponernos la ropa de robocop, nos dio cierta nostalgia. Nos quedaban 250 km para llegar a Salta, ya que desde ahí volveríamos en avión a Buenos Aires.-
Acostumbrada –principalmente yo- a que todos los días hacía bastante frío, no modifiqué mi atuendo. Para que!!! nos derretíamos con el traje de motoqueros!! Hacían unos 35 grados!! El sol era sumamente intenso. Nos hicimos un sauna vestiditos nomás
Paramos un par de veces a refrescarnos un poco y finalmente arribamos al transporte para despachar la moto.-
Lindo trabajito resultó desarmar todo para meter la moto en su caja, al rayo del sol. Terminamos exhaustos…
De allí al aeropuerto y a casa.-
Mientras volvíamos ya soñábamos con el próximo viaje, sabiendo que algunas cosas que llevamos debían modificarse (por ej no más remeras blancas, todas negras, y un asiento de cuero de oveja para la nena no estaría mal) pero que en general, lo habíamos hecho bien.- Fue una experiencia increíble, todo salió de 10!!, pero lo más importante es que fue una inyección de energía, de descanso, de desconectarse de las cosas de todos los días, de no saber en qué día estábamos, ni qué hora era, a excepción de las señales que indudablemente nos daba el sol. Lo disfrutamos mucho, así que esperamos poder programar nuestra próxima salida en no mucho tiempo…