Y si, ya
estamos en el aeropuerto listos para embarcar a Buenos Aires y de ahí a Salta,
a buscar a “la nena” como la llama Oscar y arrancar a nuestro primer
destino, - el único seguro - Purmamarca.
Estos últimos días fueron bastante intensos, no solo por la
organización de lo que dejamos en Mar del Plata sino y principalmente por la expectativa. Esto de no saber bien a donde llegamos, ni en
que momento, es una sensación realmente muy recomendable. Empezamos a sentir un aire fresco de libertad…
Nos esperan cerca de tres mil kilómetros para llegar a Cuzco
y una ruta medianamente establecida, aunque vamos dispuestos aceptar lo que la naturaleza nos permita y
nos brinde, sin horarios, ni destinos.
Espero que llevemos lo necesario, estoy segura que si, livianos de ropa –en sentido
figurado, porque la ropa de moto pesa un monton- y el corazón contento.
Como podía pasar, el vuelo de aerolíneas se encuentra
demorado por el conflicto de controladores aéreos, j aja ja!! asi que a armarse
de paciencia, que como dije en el párrafo anterior, este viaje, es sin ningún
apuro…
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