Y como les comentaba bien temprano a la mañana salimos para Cuzco. La
ruta es un poco lenta, dado que excepto por los primeros 100 km, el
resto esta rodeada de pueblitos rurales, repleto de sembradíos, ríos,
arroyos, puentes, que van cambiando completamente el paisaje.
También
hay que ir con cuidado porque se encuentran a la orilla de la carretera
un montón de personas en bicicleta, muchos de ellos niños que se
dirigen a las escuelas.
La vista es muy hermosa, porque en
espacios reducidos y en las laderas de las montanas aprovechan al máximo
el espacio para sembrar.
También nos cruzamos con unas piletas de
aguas termales, era impresionante ver de fondo los picos nevados y el
humito saliendo del suelo por el calor que despedían las aguas. Lugar en
el que quizás a nuestro regreso, paremos.
Y después de unos 250
km, llegamos a Cuzco! es realmente alucinante. El casco histórico
verdaderamente nos deslumbró. Visitamos la catedral, y las iglesias de
sus alrededores, pasamos por las puertas de Santa Clara, y obviamente la
plaza de armas, el mercado de SanPedro, la Iglesia y nos quedan unas
cuantas cosas más
Nos hospedamos en una casa antigua, transformada
en hotel, que era en 1640 la residencia del encomendado en Cuzco,
Cartagena, no creo que las fotos le hagan justicia a este lugar porque
es realmente hermoso.
La ciudad llena de subidas y bajadas de
caminos empedrados, donde por las calles solo puede pasar un auto, y por
muchas de ellas ninguno, y tan solo un transeúnte, de preferencia
delgado jejeje! Las construcciones son todas en piedra, con balcones de
madera tallada y en muchas de ellas puede verse aún la labor de los
Incas. Es fácil detectar sus construcciones porque las rocas están
colocadas a la perfección, unidas de forma tal, que no cabe entre una y
otra ni siquiera un alfiler.
Hoy levantados también desde
temprano, empezamos nuestro camino hacia Machu Pichu, nos esperan dos
horas de auto, y otras dos de tren para llegar a Aguas Calientes, donde
haremos noche para poder ver la ciudad al amanecer.
Eso si, como
acá no hay espacios de cocheras, antes de decir buen día, Oscar rajó
para la plazoleta Nazarena,( a 50 metros del hotel) donde durmió "la
nena"para ver que estuviera bien!
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