jueves, 13 de noviembre de 2014

Cuzco

Y como les comentaba bien temprano a la mañana salimos para Cuzco. La ruta es un poco lenta, dado que excepto por los primeros 100 km, el resto esta rodeada de pueblitos rurales, repleto de sembradíos, ríos, arroyos, puentes,  que van cambiando completamente el paisaje.
También hay que ir con cuidado porque se encuentran a la orilla de la carretera un montón de personas en bicicleta, muchos de ellos  niños que se dirigen a las escuelas.
La vista es muy hermosa, porque en espacios reducidos y en las laderas de las montanas aprovechan al máximo el espacio para sembrar.
También nos cruzamos con unas piletas de aguas termales, era impresionante ver de fondo los picos nevados y el humito saliendo del suelo por el calor que despedían las aguas. Lugar en el que quizás a nuestro regreso, paremos.
Y después de unos 250 km, llegamos a Cuzco! es realmente alucinante. El casco histórico verdaderamente nos deslumbró. Visitamos la catedral, y las iglesias de sus alrededores, pasamos por las puertas de Santa Clara, y obviamente la plaza de armas, el mercado de SanPedro, la Iglesia y nos quedan unas cuantas cosas más
Nos hospedamos en una casa antigua, transformada en hotel, que era en 1640 la residencia del encomendado  en Cuzco, Cartagena, no creo que las fotos le hagan justicia a este lugar porque es realmente hermoso.
La ciudad llena de subidas y bajadas de caminos empedrados, donde por las calles solo puede pasar un auto, y por muchas de ellas ninguno, y tan solo un transeúnte, de preferencia delgado jejeje! Las construcciones son todas en piedra, con balcones de madera tallada  y en muchas de ellas puede verse aún la labor de los Incas. Es fácil detectar sus construcciones porque las rocas están colocadas a la  perfección, unidas de forma tal, que no cabe entre una y otra ni siquiera un alfiler.
Hoy levantados también desde temprano, empezamos nuestro camino hacia Machu Pichu, nos esperan dos horas de auto, y otras dos de tren para llegar a Aguas Calientes, donde haremos noche para poder ver la ciudad al amanecer.
Eso si, como acá no hay espacios de cocheras, antes de decir buen día, Oscar rajó para la plazoleta Nazarena,( a 50 metros del hotel) donde durmió "la nena"para ver que estuviera bien!
 






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