lunes, 10 de noviembre de 2014

La ruta del desierto

Si nos quedaba alguna duda, la que hicimos ayer es la ruta de la nada. Salimos no muy temprano de Iquique, porque nos costo dejar esa ciudad, con mar y playa, para dirigirnos a Arica. Nos habían advertido que nos esperaban 300 km sin nada  y fue tal cual, excepto por las quebradas, los precipicios y el viento,. no hay ni pueblos ni paradores.
Las  subidas eran muy pronunciadas  e igual las bajadas, a punto tal que cada 700 metros, hay en las montanas salidas de emergencia, para poder frenar  los vehículos si perdiesen  el control.
De todas maneras, el paisaje bien valio la pena, el intenso viento caliente, nos hizo saber que estábamos en el medio del desierto.
En una de nuestras paradas, al costado de la ruta, Oscar no aguantaba más su casco, así que decidió a lo Mac Giber ponerle solución con una navajita que llevábamos en el maletín, intentndo aguecarlo para quitarse presion de la cabeza.  Espero poder subir la foto, porque era realmnete muy gracioso.
Agotador el trámite de paso entre Chile y Perú, no porque no fueran amables, siempre nos han tratado de maravilla, pero llenamos tantos papeles y papelitos,  un control,  el otro,  sacarse el casco y bajarse de la moto unas quince veces,  que en eso, no extrañamos nada Argentina.
Por fin llegamos a Tacna Perú. acá hubo que atrasar e reloj dos horas, de todas formas cenan muy temprano y también se levantan al amanecer. Párrafo aparte nuestra búsqueda de hospedaje. después de dar unas cuantas vueltas por la ciudad llegamos a un hotel llamado Bolivar, sobre la avenida principal. Impecable la atención, y como el estacionamiento estaba a dos cuadras del hotel  y yo le puse cara de pobre desgraciada   nos invitaron a dejar la moto en el living,  así que nos abrieron las puertas y la estacionamos. Mejor Imposible!! ,La cercanía entre el cuarto y la moto, cuando tenés que armar y desarmar las cosas todos los días es algo que no puede dejar de tenerse en cuenta....








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